Pues sí, fue relámpago
por dos motivos. El primero de ellos por lo que tardamos en prepararlo. La idea
surgió hacía varios días, pero por un motivo u otro no lo llegábamos a ver
claro. El viernes sin embargo, dijimos “venga va, ahora o nunca” y tuvimos que
comprar todo: los billetes de avión, buscar un hotel (bueno, bonito y barato) y
las entradas. Después de algún que otro
susto, lo teníamos ya todo preparado, pero faltaba preparar todo lo que
llevaríamos. Sí, somos unos exagerados y para dos días que íbamos a Madrid no
llevamos un maletón que parecía que estaríamos más tiempo.
El sábado a las 05.00
de la mañana ya estábamos en pie, preparando lo que sería el desayuno de más
tarde en el aeropuerto, recogiendo todo y poniendo rumbo al sur de la isla. La luna
nos acompañó todo el camino hasta el aeropuerto, y allí estábamos a las 07.00
de la mañana dispuestos a facturar y embarcar. 2 horas y media más tarde llegaríamos
a Madrid (dios! Los vuelos estos me matan!) , cogeríamos nuestro equipaje y
rumbo al hotel. Visita rápida al hotel, dejamos la maleta, vimos la habitación
y ala! A pasear.

El domingo era el día.
Nos levantamos nerviosos, ansiosos, preparamos la maleta (que apenas habíamos
tocado), la dejamos en el hotel y rumbo al Palacio de los Deportes. No habíamos
desayunado, no había tiempo, primero teníamos que llegar y verlo. Y ¡Vaya! Impresiona
mucho por fuera, aunque por dentro es todavía mejor (acostumbrada a este
Santiago Martín de 5.000 personas…)

Compramos algo de
bollería en un chino cerca de allí (benditos chinos!) y entramos… uf! La verdad
es que no puedo explicar lo que se siente al estar dentro, impresionante (para
mí claro!). Y ya después, el partido, el
debut… una de las mejores cosas que he podido hacer a mi vida (unidas al
partido del ascenso, el partido contra el UB, el viaje a Londres y Roma..). Increíble
las sensaciones allí dentro. De hecho, para mí pasó todo muy rápido. El partido
dura 40 minutos + 20 del descanso, y apenas me dio tiempo a saborearlo. Perdimos,
sí, pero mereció la pena.
Después, comimos algo
allí mismo, en los 100montaditos ,y a pasar la tarde en el Retiro. Después nos
tocaría coger el vuelo, a las 21.00 rumbo a casa de nuevo.
En resumen: me encantó
la experiencia de un viaje relámpago por seguir a mi equipo, y ojalá pudiera
repetirlo pronto, pero para ello me hace falta un trabajo! (para poder ingresar
dinerito jaja) y ahorrar :D!
♥.♥.♥.♥.♥.♥.♥.♥.
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